LA MASONERIA EN ESPAÑA

El afán por darle a la masonería un pasado glorioso, considerando que cuanto más atrásen el tiempo se encuentre su origen mayor prestigio y validez tendrá, ha hecho que las teorías sobre su origen sean muy diversas, tanto es así que hay quien afirmaba que los masóns descendían de Salomón[1] o de los Templarios; otros asocian la francmasonería al propio Jesucristo, incluso a Adán, sería Enoch quien realizaría una recopilación sobre las diferentes conjeturas acerca de los origines de la masonería. El primero en considerar que los origines de la masonería no son tan lejanos sino que se remontan a los constructores fue el abate Grandiddier en su obra Ensayo historíco y topográfico de la Iglesia catedral de Estrasburgo.Con el paso del tiempo la idea de los constructores ha ido cogiendo fuerza y actualmente pocos son, fuera del ámbito de la masonería, los que dudan de que el origen real de la masonería se remonta al medievo, concretamente al oficio de los constructores quienes se reuníran en la logia,término que designa tanto al lugar como a las personas que se reunían en dicho lugar para trabajar en la construccíon de edificios religiosos. Todos los que estaban en una misa logia estaban bajo el mando del maestro.  La jerarqujzación dentro de una logia era, de manera simplificada y de mayor a menor rango: maestro, compañeros y aprendices y los ritos de iniciación de los neófitos así como de aquellos que cambiaban de estamento , eran muy solemnes y la mayoría de ellos han  pervivido hasta la actualidad. No debemos confundir este rito de iniciación con los Ritos, con mayúscula ; estos últimos hacen referencia a una rama particular de la masonería, es la representación de la masonería exclusiva de diversos lugares y/o loggias. Estos Ritos se distinguen entre ellos por la forma propia de cada uno; podemos así encontrar el Rito Escoces, el Rito de York o el Rito sueco. Se han llegado a recopilar hasta 52 ritos[2]. Dentro de cada Rito se encuentran los grados, que para comprenderlo, de una manera sencilla, podemos defínirlos como el escalafón al que se puede pertenecer dentro de un Rito. Cada Rito tiene un número de grados,independientemente del Rito del que se trate todos tienen tres grados llamados simbólicos o fundamentales, ya mencionados anteriormente y que son los primeros de cada Rito: aprendiz,compañero y maestro. Cada Rito tiene un calendario y una cronologia diferente que sitúa la fecha de inicio del año en mese distintos.La vida de los componentes de la logia estaba reglada por los estatutos donde se pedían una serie de requisitos, como por ejemplo ‘Todos aquellos que no cumplían los deberes de su religión, que llevaban una vida libertina o poco cristiana, o que eran reconocidos infieles a sus esposas, no podían ser admitidos en la Sociedad o eran expulsados de ella, con prohibición a todo maestro de tener ningún trato con ellos (art. 16 y 17) ‘debe haber nacido libre y ser de buenas costumbres, no debiendo el masón vivir en concubinato ni entregarse al juego (art.35) [3] . Vemos así como la masonería afectaba tanto al ámbito del trabajo y la formación profesional como a la vida privada de los trabajadores.

La masonería y la religion

En la Edad Media la religión condicionaba todos los aspectos de la vida, tanto es así que todos los gremios medievales se encontraban bajo el amparo de santos patronos protectors. En el caso de los albañiles estos eran San Juan Bautista y San Juan Evangelista denominados respectivamente San Juan de verano y de

invierno, así como los Cuatro Santos Coronados que están en un lugar destacado en los Estatutos de los Canteros[4], adema consideraban a Dios como el Gran Arquitecto de Universo. La masonería estaba muy ligada a la Iglesia católica tanto es así que el Papa Bonifacio IV en el año 614 les otorgó diversos privilegios y les colocaba bajo la protección de la Iglesia, por encima de las leyes particulares o los poderes temporales y podían circula por toda Europa con absoluta libertad.

Claves masónica

Los masones no son una sociedad secreta ya que su labor era pública; los que si eran secretos eran sus conocimientos sobre arquitectura. Cada logia tenía una serie de conocimientos que no eran compartidos con ninguna otra y que ni tan siquiera estaban al alcance de todos sus integrantes. Tanto es así que la enseñanza de la arquitectura se realizaba mediante un lenguaje secreto, denominado consigna verbal; también tenían un saludo secreto sobre el cual se sigue especulando. Tal era el afán por mantener a salvo sus conocimientos que había un encargado de proteger el libro en el que se guardaban por escrito los saberes adquiridos. Los masones consideraban a los números sagrados, concretamente el 3, 5, 7,9 y los colores de su emblema eran el oro, el azul y el blanco, que han perdurado hasta la actualidad, así como el emblema formado por el compás, la escuadra, el nivel y la regal. También utilizaban como símbolo una cuerda con varios nudos que se puede ver en las portadas de las iglesias construidas por los masones.

Paso de masonería operativa a masonería especulativa

La masonería en época medieval recibe el nombre de masonería operativa y la terminología para referirse a sus integrantes es muy variada, desde cofrades, albañiles, canteros o simplemente constructors. Pero con el paso del tempo los trabajadores de la catedral de Estrasburgo comenzaron a denominarse a sí mismos como ‘francmasones‘; esta hipótesis es rebatida por Findel quien considera que el termino se acuña en lnglaterra en 1350[5]. El término ‘francmasón’ se deriva de free-stone-masón que haría referencia al cantero que trabaja una piedra de gran calidad y serviría para diferenciarlo del rough-stone-masón que trabaja piedras más toscas que no se colocaban en lugares importantes de los edificios. Hay quien el término free lo relaciona con la libertad de construcción de los canteros.Se produjo un cambio gradual en los integrantes de la masonería y en las funciones de estos;  este proceso se encuentra documentado en la Logia de Edimburgo, la más importante de la Edad Media. En un inicio nos encontramos con la masonería medieval denominada masonería operativa formada por los mencionados canteros, que construían edificios religiosos y seguían los preceptos de la fe católica. Progresivamente a las

reuniones de los masones medievales fueron acudiendo miembros destacados de la sociedad del momento: médicos, mercaderes o eclesiásticos, que nada tenían que ver con el gremio de la construcción y que se denominaban ‘masones aceptados’ o ‘masones adoptados’. Estos eran los que financiaban las construcciones que se realizaban en aquel momento como catedrales o monasterios. La temática constructiva cambió y en el siglo XVI ; con el Renacimiento comenzaron a construirse otro tipo de edificios como palacios y castillos. Además los saberes de los masones operativos ya no eran imprescindibles pues empezaron a crearse academias de arquitectura ,  sobre todo en Italia, que  democratizaban el acceso a los conocimientos arquitectónicos y constructivos. El periodo de transición de la masonería operativa a la especulativa se comprende desde 1660 hasta 1717 ; será en este último año cuando so consolide la francmasonería moderna. En este momento las cuatro logias de Londres, formadas integramente por masones especulativo – anteriormente denominados ‘masones aceptados’ o ‘masones adoptados’ – fundan la Gran Logia de Inglaterra. Esta Gran Logia de Inglaterra, con un Gran Maestre al frente[6] será la única que tenga potestad para crear nuevas logias. Posteriormente se elaboran las Constituciones de Anderson[7] que fueron creadas en 1723 por dos pastores protestantes, John Théophile Desaguliers y James Anderson, para regular la nueva masonería, que mantendrá las ceremonias, los términos técnicos y los signos y útiles usadas por los masones operatives. Pero ahora se les dará una función de cáracter simbólico, por ejemplo la escuadra como metáfora de regular las acciones. Es por tanto el año 1717 el fin de la tradición constructiva que representaba la masonería operativa y el inicio de la masonería especulativa con un cáracter más filosófico y social, abandonaron el carácter gremial centrado en la construcción de edificios para dar paso a una construcción, en este caso de cáracter metafórico, de la sociedad;  una nueva sociedad fraternal basada en la tolerancia política, social y religiosa.  Ya serían estos factores los que traerían la pacificación de Europa que durante el último siglo había estado marcada por las guenas de religión debido a la falta de tolerancia religiosa. En el pasado los masones operativos habían estado obligados en cada país a profesar la religión del príncipe ‘eius regi eius religio’. Pero las masones especulativos no pedían un seguimiento ciego de la fe sino un respeto a la religión particular de cada individuo, se defenderían la dignidad humana,la fraternidad y la sociabilidad ; una sociabilidad de carácter universal. La masonería se extendió rápidamente por toda Europa y posterionnente por América, pero no todas sus escisiones se mantuvieron fieles a las leyes de la masonería y paulatinamente la masonería se ramifico y comenzó a tener un gran número de detractores incuso dentro de la propia Orden. Podemos distinguir dos ramas la Masonería, la ofícial de origen inglés y la Reforma escocesa que se separó hacia 1753, las diferencias entre ambas radicaban en el origin y el número  de grados.

Primeros vestigios masónicos de España

Varios son los autores españoles que han teorizado sobre la masonería en España sin llegar A día de hoy, a ningúm acuerdo, destacan nombres como Vicente de la Fuente o Mariano Tirado y Rojas con una postura más conservadora[8]. La primera logia que se fundó oficialmente en España fue en Madrid en 1728. La iniciativa fue tomada por un grupo de tan solo cinco británicos residentes en Madrid, sería el Duque de Wharton en Febrero de 1728 quien enviaría una carta a la Gran Logia de Inglaterra[9] para pedir su aprobación para fundar una logia en Madrid, esta recibiría distintos nombres como Logia de Madrid, Matritense, Tres Flores de Lys y llevaría el numero 50°. En 1768 la Logia de Madrid desapareció de la lista de logias que tenía la Gran Logia de lnglaterra. Posteriomiente seria Gibraltar quien enviaría la petición de formar una Logia ;  también se habla del caso de Cádiz pero se duda de su veracidad por la total falta de pruebas.

La relacion de Felipe V y los masones

El cambio de la masonería operativa a la especulariva desagradó a las elites episcopales, tanto es así que en 1738 Clemente Xll a través de la Bula In Eminenti, que envió a distintos países de Europa, condenó la masonería y amenazó  con la excomnunión a todo aquel que la practicase.  El rey Felipe V en 1740 promulgó un edicto contra los masones[10], pero la existencia de este documento se ha puesto en duda en innumerables ocasíones. Fingir la existencía de dicho edicto únicamente serviría para proyectar una imagen de lglesia y Estado imidos contra la masonería.

Carlos VII y los masones en Nápoles

Carlos III tuvo una gran actividad antimasónica, tanto en Nápoles  y Sicilia[11]. Tras la firma del tratado de Sevilla se trasladó a ltalia para ocupar sus plazas las cuales estaban invadidas por los austriacos. Finalmente en 1734 Carlos se coronó como rey de Nápoles y Sicilia. Para centrarnos en el ámbito español se

mencionara brevemente la relación de Carlos VII con los masones y con el papado durante su reinado en Dos Sicilias. En 1750 tomó tres medidas respecto a la masonería, a la que se consideraba ilegal por el mero hecho de ser una unión sin conocimiento ni aprobación del Soberano[12] ; la primera de ellas ue prohibir sus reuniones, la segunda evitar la afiliación de nuevos miembros y la tercera que los asociados se retractasen. La masonería era un tema que preocupaba al Papa Benedicto XIV por ello promulgó la Bula Providas Romanorum en 1751 para erradicar la masonería y para acallar los rumores que acusaban al propio Papa de ser masón, cuando aún  era el abate Lambertini. Carlos VII también promulgó un adicto anti mason,  a los que consideraba como una secta, para secundar la bula papal. Carlos VII pide al jefe de los masones un listado con los rniembros que forman parte de la Orden y que en un plazo máximo de diez días todos deben retractarse en presencia de testigos eclesiásticos.

 Fernando VI y la masonería en España

Paralelamente al reinado de Carlos VII en Nápoles y Sicilia su hermano Fernando VI reinaba en España. Durante su reinado la figura del marqués de la Ensenada tendría un papel muy importante en asuntos relacionados con la Hacienda pública y el ejército. También fue muy importante para el reinado de Fernando VI, pero a nivel más personal, el padre Rávago, miembro de la Compañia de Jesús. Ambos fueros relegados de sus funciones tras ser acusados de entorpecer los acuerdos con Portugal. En España tuvo gran impacto la bula papal Providas Romanorun promulgada por Benedicto XIV. En esta cuestión el papel del confesor real, el padre Rávago y el de la Inquisición jugaron un papel muy importante en los dictámenes contra los masons;  el primero principalmente por el gran influjo que tenía sobre el soberano, en unas de sus cartas consideraba que el carácter inocente de las antiguas reuniones masones había muerto y que actualmente tenían un marcado carácter anticlerical. Esta tesis se vería apoyada por aquellos que posteriormente teorizarían sobre la masonería y considerían  que ya en el siglo XVII comenzaban a apreciarse contrastes dentro de la masonería. Por un lado estaría la de tipo Anglosajona y por otro la masonería Latina; esta  última se localizaría en España, Francia, Bélgica, Italia y posteriormente en América latina y se cáracterizaíra   por un fuerte anticlericalismo aunque esta diferenciación se vería con mayor claridad en el siglo XIX. El Padre Rávago en su correspondencia con Fernando VI le instruía sobre los peligro de la masonería y le instaba a prohibirla tanto por motivos religiosos como por motivos políticos ya que veía a los masones como una amenaza military. Las advertencias de Rávago surgieron efecto y Fernando VI el 2 de Julio de 1751 expidió el Decreto que Prohibía las Congregaciones de los Francmasones ; este edicto sería el primer Decreto Real Español en esta materia[13].

Otro personaje influyente en este ámbito fue José Torrubia jesuita e intelectual que mantuvo contacto con ilustrados franceses del  momento como Georges Louis Leclerc conde de Buffon.  Torrubia tiene una abundante proyección literaria y en España desempeñaba el cargo de censor y revisor de la Inquisición.

Findel lo califica como una persona ambiciona que con el fin de erradicar las 97 logias – que según Torrubia había en España – se convirtió a la masonería. Esta hipótesis es desmentida por Menéndez y Pelayo y por González Blanco. Torrubia escribió un libro titulado Centinela contra Francmasones donde describe quienes son los masones y da una serie de motivos y justificaoiones por las cuales la masonería debería desaparecer en España siguiendo el modelo de otros principados europeos. A veces se duda sobre el motivo real de esta fuerte actividad antimasónica, si fue por un verdadero odio hacia ellos o por recibir mayor simpatía por pane del Papa para obtener un obispado. Fray Jerónimo de Feijoo en sus Cartas eruditas y curiosas escritas en 1753 criticó la obra de Torrubia, considerando al texto de poco verídico y critica que solo se fundamente en hipótesis[14].  El ilustrado español dedica el capitulo 16 de su obra Cartas eruditas y curiosas a los masones; es un texto controvertido en el que intenta explicar la fínalidad de estos y a diferencias de sus contemporáneos no está de acuerdo en las generalizaciones que circulaban sobre los masones, las cuales considera injustas. También habla del secreto y del juramente y considera,  al igual que Torrubia , que en España habría medio millón de masones.

La Inquisición intervino contra los masones en 1753 en Córdoba  debido a las acusaciones que ser vertieron sobre unos individuos de pertenecer a la masonería. A lo largo del tiempo se registraron más delaciones pero bastante incongruentes lo que hace dudar de su veracidad. En este momento la masonería ya había llegado a las colonias españolas en América, hay documentos que hablan de los masones que allí residían pero por motivos de extensión no se tratará en este texto.

 Carlos III y la situación de los masones en España

Tras la muerte de Fernando VI en 1759 la corona de España pasó a manos de su hermano Carlos que en aquel momento era rey de Nápoles. Los tratados del momento impedían la union de las dos coronas por ello Carlos delegó su hijo Fernando IV que aún era menor de edad, siendo así regente Bernardo Tanucci. Carlos III reina en España pero también desde aquí dirige la cuestión de la masonería en Nápoles que en este momento coge fuerza. La relación de Carlos con su hijo y con el regente se conoce gracias a la correspondencia que se conserva actualmente en el archivo de Simancas.

Durante el reinado de Carlos III la masonería alcanzó un gran desarrollo tanto en España como en las colonias, se le acusa do tener una política favorable los masones, incluso llego a barajarse la opción de que podría ser uno de ellos[15]. Estas acusaciones son falsas ya que la política de Carlos III tanto en Nápoles como España fue antimasónica prohibiendo la masonería en Nápoles en 1751 e instando a su hijo a que lo hiciese de nuevo. Se le acusó de estar rodeado de masones como Esquilache, Jovellanos o Campomanes pero el caso más destacado es del Conde de Aranda. Los defensores del Conde de Aranda dicen que tal acusación es falsa pues en ese momento la masonería no habría llegado a España;  esta es una postura controvertida y no hay una unidad en cuanto a la fecha de la llegada de la masonería España. En 1776 Tanucci puso sobre aviso a

Carlos III sobre la existencia de un foco masónico en Cadiz y Cartagena. Tras las investigaciones pertinentes del Comisario de la Inquisición en Cadiz los acusados de masones serían Don Jorge Berlin vicecónsul de Rusia y un tal Señor Perron, ambos ya fallecidos. Tras conocerse estos datos comenzó una persecución a los extranjeros que residían en España lo que le provocó al Ministro de Estado del momento – Floridablanca – problemas con los cónsules extranjeros. De los archivos Secretos Masónicos Españoles, ubicados actualmente en Salamanca, los papeles más antiguos datan de la segunda mitad del siglo XIX y no aluden para nada la masonería española en el siglo XVIII. Sin embargo en los Archivos del Gran Oriente de Francia existen dos referencias a Logias masónica en España, la logia San Juan en Madrid y la San Pedro en Zaragoza[16]. En Menorca había tres logias que surgieron tras la segunda ocupación inglesa (1763-1782) llamada Antient Lodge N°72 además se fundaron otras dos logias en Port Mahon en 1766 la N° 141 llamada Lodge of Fortitude  y en 1770 la N°117 llamada Union Lodge ; ambas finalizaron su actividad al abandonar los ingleses la isla. En Gibraltar también hubo una gran actividad masónica y en 1762 se creó la Lodge of Inhabitants N°. 285 .

Otra fue creada en 1768 cuyo número era el 426 y su nombre South Wales Borderer’s. En 1772 en Gibraltar había tres logias modernas pero además había una logia escoces con el número  58 y seis irlandesas.

Conclusiones

Podemos concluir que la masonería ha sufrido una evolución en su relación con losPoderes desde sus comienzos. Mientras que el papa Bonifacio IV en el año 614 promulgó undecreto que amparaba a los masones y les otorgaba libertad de movimiento por toda Europa, siglos después, los papas Clemente XII y Benedicto XIX emitían edictos antimasónicos. El Estado queanteriormente no so había inmiscuido en la actividad de los masones empezó a intervenirlegalmente contra los mismos. Esta actitud deliberadamente antimasónica podría deberse a unmiedo por parte de los poderes a aquella nueva sociedad que promovía el pensamiento racional,la filosofía y respetaban la libertad política y religiosa. Por ello exageraron y en muchas ocasionesinventaron aspectos de la masonería que jamás han existido y que han pervivido hasta laactualidad. Los poderes siempre se han mostrado en contra de aquellos que suponen algún tipode peligro militar o intellectual ;este último caso es el de los masones. Vemos como una amplialiteratura basada principalmente en el miedo a aquello que les resultaba desconocido prejuzgó alos masones y creó de estos una imagen que poco tenía que ver con la real. Así mismo nuevassociedades como los filaletes, los martinistas interesadas en el esoterismo, o los iluminados bávaros[17], fueron haciendo que se asociese la masonería especulativa a estetipo de comunidades que distaban mucho de los principios masónicos. Para concluir, podemos desmentir que la masonería es una sociedad secreta que opera de forma oculta en la sociedad; de hecho eso tienenuna revista física y varias digitales en español, además diversos personajes públicos han reconocido abiertamente ser masones.

• Marta Valdeón,Graduate Student of
  The University of Oviedo/Departamento de Historia
  
• Original Title: Los Inicios de La Masonería in España, Siglos XVI al XVIII

[1] Salomón está relacionado con la leyenda de Hiram en el libro de los reyes, J.A. Ferrer Benimeli La Masonería española en el siglo XVIII (1974) pág. 6

[2] J.A. Ferrer Benimeli La Masonería (2001) pág. 8

[3] Grandidier, Ph., Essai historique et topographique sur l’Eglise cathedral de Strasburg (Strasburg, 1782)

[4] J.A. Ferrer Benimeli La Masonería (2001) pág. 17

[5] J.A.  Ferrer Benimeli , La Masonería española en el siglo XVII (1976) pág. 15 de Findel (1886)

[6] Ditto, pág. 27

[7] Ditto, pág. 28

[8] Vincente de la Fuente en su obra Historia de las sociedades secretas considera que ya existía la masonería en Avila en el siglio XVI. M.Tirado y Rojas en La Masoneria en España, ensayo histórico (1892) señala que ya se conoce con exactitude la existencia de masons en 1514 e incluso en época de los godos y relaciona el judaísmo con la Francmasonería

[9] La lista original de logias se encuentra en la Liberty of Grand Lodge of London

[10] J.A. Ferrer Benimeli , La Masonería española en el siglo XVII (1976) pág. 77

[11] donde se le conocía como Carlos VII como posteriorinente en España.

[12] J.A. Ferrer Benimeli , La Masonería española en el siglo XVII (1976) , pág. 88

[13] J.A. Ferrer Benimeli , La Masonería Española en el siglo XVII (1976) pág. 168

[14]  Ditto, pág. 185

[15] J.A. Ferrer Benimeli , La Masonería Española en el siglo XVII (1976) pág. 160

[16] Ditto , pág. 285

[17] creados por Adam Weishaupt y  interesados en unos fines políticos concretos, cosa que la masonería especulativa rechazaba pues estaba a favor de la pluralidad y la tolerancia y nunca se inmiscuyo en el ámbito político

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Bibliografia

• Ferrer Benimeli, José Antonio; 1980, Un caso de política interior : Fernando VI y la Masonería
• Ferrer Benimeli, José Antonio; 1986, La Masonería Española en el siglo XVIII
• Ferrer Benimeli, José Antonio; 1994,  La Masonería