LA MASONERIA SEGÚN LA HISTORIOGRAFIA COLOMBIANA

La masonería como tema históric ha sido poco tratada por la historiografía colombiana, es un tema sobre el que ha existido cierto tabú, cuestión no gratuita, porque en primer lugar es una institución que mantiene unas pautas secretas o de carácter secreto en su funcionamiento interno, lo cual hace que los archivos no estén abiertos para todo el mundo; en segundo .lugar, los datos que permiten reconstruir una historia de la masonería se encuentran dispersos; en tercer lugar, no existe una tradición historiográfica similar a la de otros países (Alemania, Francia, Inglaterra), donde se originó la masonería. Un cuarto factor, es la multiplicidad de aspectos o temáticas que están relacionados con la masonería, tales como lo político, lo religioso, lo simbólico y ritual, la leyenda, etc.

En nuestro medio es píonera la amplia investigación llevada a cabo de Américo Carnicelli [1], presentada en dos obras tituladas “La Masonería en la Independencia de América” e “Historia de la Masonería Colombiana “.  Estas obras en buena parte están sustentadas en documentación masónica, algo indudable ya que el autor fue un masón grado 33, con amplias relaciones con las logias de toda América, lo cual le permitió un acopio extenso de documentos a lo largo de varios lustros.

La obra de Camicelli está cargada de cierta apología a la Orden [2], hecho ejemplificado por la sobrevaloración de la acción de la masonería en la causa de la independencia americana, una tesis que no corresponde a la realidad, dado que no se puede hablar de un “plan” originado en la masonería para tal fin, de otra parte, pertenecer a la masonería era propio de esa época, signada por el espíritu del liberalismo. Los masones se encontraban entre los independentistas como en el bando de los realistas. Este argumento fue utilizado por José Manuel Groot en su Historia Eclesiástica y Civil de la Nueva Granada, (citado por Benimeli):

 …En uno y otro ejército, en el de la República yen el del Rey, había logia, y los masones se hacían la guerra a muerte y no se daban cuartel, aún cuando se reclamasen los juramentos de la fraternidad…tan decantada de los masones…[3]

 Sobre el tópico anterior el documentado historiador Ferrer Benimeli expresa que no existen investigaciones que establezcan con objetividad el papel de la masoneria en la independencia. Así por ejemplo, señala que se ha querido mostrar a Miranda como gran masón e inspirador de las logias independentistas, cuando en verdad ni era masón ni organizó logias masónicas en Francisco-MirandaHispanoamérica. Las asociaciones que conformó Miranda, tales como La Sociedad de Láutaro y Los Caballeros Racionales, puestas en relación con una asociación principal: La Gran Reunión Americana -fundadas entre 1808 y 1812, la última con sede en Londres – no eran logias masónicas sino asociaciones patrióticas con objetivos netamente políticos y funcionamiento secreto.[4]

La historiografia francesa ha conceptualizado a la masonería como una forma de sociabilidad propia de.la época moderna [5], formas que se extendieron en el momento independentista y en el contexto de una sociedad tradicional; señala igualmente que a finales del Siglo XVIII ya habían aparecido en la Nueva Granada, formas de sociabilidad modernas, tales como Tertulias Literarias y Sociedades Económicas de Amigos del País, seguidas en las primeras décadas del XIX por las logias masónicas, principalmente entre 1820 y 1828. Estas últimas han sido desde entonces un espacio de aprendizaje de los nuevos sistemas de representación; las logias se convirtieron en los vehículos difusores del discurso moderno opuesto al sistema de valores tradicional aún dominante. La sociabilidad masónica en las nacientes repúblicas, permitió la elaboración de opinión pública y la búsqueda del poder político.[6]

En la masonería existe un sistema de valores, identificado con el ideario liberal, el cual subyace en los principios de la masonería simbólica; así encontramos que el masón es considerado en logia un hermano más, en absoluta igualdad al resto de miembros, con derechos y deberes establecidos estatutaria y constitucionalmente, con derecho a elegir y ser elegido a los cargos propios de las logias, aprobación por mayoría, etc.

Los origenes de la masoneria

Un aspecto que siempre generó polémica y divagaciones fue el tratar de establecer el origen de la masonería. Mellor cita a Ch. Bernardin, miembro

del Concejo de la Orden del Gran Oriente de Francia y del Gran Consejo de Ritos, quien publicó en 1909 sus «Notas para servir a la Historia de la Frac-masonería», esta obra propone 39 opiniones diferentes tomadas de 206 obras consultadas; plantea el origen en la Antigua Caldea, en los Jesuitas, en los antiguos Rosa Cruces, en la Antigua Roma, en los primeros cristianos, en los templarios, en los constructores del templo de Salomón, etc. En la misma dirección se proponen como grandes maestros de la masonería a personajes históricos: Alejandro el Grande, el Rey Arturo, Jacobo de Molay, Jesucristo, Moisés, etc.[7]

Hoyes aceptado en términos históricos que la masonería tuvo su origen entre los albañiles constructores de catedrales en la Edad Media. Los autores que hacen referencia a este tópico, toman las bases documentales que prueban tal origen, suelen citar al Abate Grandidier, quien a finales del XVIII encontró documentos que le pennitieron plantear el origen cierto de la masonería, en una época en que la leyenda era la última palabra. El abate se encontraba investigando acerca de la historia de la catedral de Estrasburgo (Alemania) en el año 1778; su búsqueda le pennitió escribir en una carta, entre otras cosas lo siguiente:

Habréis oído hablar, sin duda, de esta célebre sociedad, que ha tenido su nacimiento en Inglaterra, se ha esparcido entre nosotros y se denomina Frac-masonería. No he tratado de averiguar sus secretos, porque no me considero digno de «contemplar la luz». No pretendería remontar su origen al arca de Noé, a donde la lleva un masón muy digno, ni al templo de Salomón tampoco a las cruzadas… Me lisonjeo, señora, de poder asegurar a esta sociedadsu origen más verdadero… he tenido en mis manos «profanas» pruebas auténticas y verídicas que datan desde hace tres siglos, y nos hacen reconocer que esta sociedad fanfarrona no es más que una imitación servil (¿ 1) de la antigua y útil corporación de albañiles, que tenía su cuartel general en Estrasburgo. [8]

Los documentos de Grandidier describen detalladamente las normas que guardaba la logia[9]   que construyó la catedral de Estrasburgo, desde entonces existía una clasificación en Aprendices, Compañeros y Maestros y ya tenían las logias masónicas usos y costumbres que aún hoy conservan, cuando el oficio de tallar la piedra[10] ya no es el fundamental en la logia.

Grandidier encontró identidad en tales documentos con la masonería de su tiempo, así por ejemplo, se exigia al aspirante ser persona de honorabilidad comprobada; se recogía un aporte de dinero a Maestros y Compañeros en su recepción, el que era empleado en las necesidades de hermanos pobres o enfermos. También se pasaba en cada reunión de logia un costalillo. «el saco de los pobres», cuyo fondo se destinaba a ayuda de tipo benéfico.[11]  Costumbres que han permanecido.

En el Siglo XVI y XVII las logias por diversas circunstancias comenzaron a admitir en su seno a personas que no eran albañiles de oficio, sino que practicaban profesiones liberales o pertenecían a la nobleza, ricos comerciantes, etc; los cuales fueron llamados aceptados-masones; para entonces cesó la construcción de las grandes catedrales, las hermandades y logias masónicas fueron quedando paulatinamente en manos de miembros aceptados. Un proceso que se llevó a cabo entre 1660 a 1716. Para 1717 cuando cuatro logias de Londres formaron una Gran Logia y esbozaron una Constitución tomando como base las ceremonias y reglas tradicionales de las antiguas logias operativas, sus miembros eran ya exclusivamente especulativos o adoptados.[12]

 La Gran Logia hizo su primera reunión en Febrero de 1717, acordando reunirse cada tres meses. El 24 de Junio del mismo año se eligió un Gran Maestro, la nueva frac-masonería conservó de la Operativa, sus estatutos, su espíritu de hermandad, sus principios constitucionales, se acordó abandonar por completo el oficio de la construcción, conservándose sin embargo, los términos técnicos y los sigoos que se referían simbólicamente al arte de la construcción de catedrales, dándoles un sentido alegórico o simbólico. [13]

Diversos autores explican los pormenores del proceso en que surgieron las logias especulativas, lo cual se considera un momento de rupture con el pasado operativo, las logias que conocemos hoy, nacieron entonces.  La historia de la Orden es igualmente prolífica en divisiones y más divisiones, surgieron diversos ritos que se anexaron a los originales, se aumentaron los grados, aparecieron nuevas grandes logias, etc. Los ritos más extendidos en el mundo son en la actualidad el Rito de York y el Escocés Antiguo y aceptado, este último, que no es precisamente de origen escocés[14], es el que hemos tenido en Colombia principalmente.

La religiosidad masónica

No es viable hablar de Religión alguna en la masonería, puesto que no la tienen; no obstante en su seno no existen prohibiciones en cuanto a creencias religiosas, se exige eso sí, la creencia en un principio creador; pauta deista, que se expresa en la fórmula inscrita en los templos y en la mayoría de sus documentos: A.L.G.D.G.A.D.U.  A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo. La fórmula se ALGDGADUremonta a la Edad Media, época en que los albañiles constructores, eran una asociación muy respetable y poderosa, protegida por los monarcas y el Papa, ser un maestro albañil equivalía para entonces a convertirse en una de las figuras importantes del país. La inscripción designa concretamente a Dios y aparece igualmente en biblias ilustradas de la época de la masonería operativa.[15]

El deísmo se ha mantenido en la masonería universal, excepto en el Gran Oriente Francés (G.O.F) donde una decisión tomada en el año 1877 decidió borrar de las constituciones la fórmula del G.A.D.U. con lo cual se estableció la posibilidad del ingreso de ateos al G.O. Menor quien expone cuidadosamente el proceso, dice que fue el triunfo de la tendencia racionalista en un sector de la masonería francesa[16] . Los motivos expuestos en una declaración del Gran Oriente Francés expresan, que tal suppression no tiene otro motivo que el respeto a la libertad de conciencia y no significaba necesariamente la adhesión al materialismo y que en general la masonería jamás ha hecho concesión al dogma y a la autoridad; y que siempre ha admitido la fe en la razón.[17]

La masoneria que llegó a Colombia ha mantenido en sus reglamentos los principios universales establecidos en 1717 cuando se fundó la Gran Logia de Londres y más concretamente cuando se redactaron las “Constituciones de Anderson [18]  en 1723. La especulación por parte de sectores clericales generó la creencia popular de que la masonería era atea, cuestión completamente alejada de la realidad, ya que si un aspirante a ingresar manifiesta que es ateo, es inmediatamente rechazado.

Uno de los aspectos poco conocidos en la historia de la masonería es la participación del clero en las logias masónicas, hecho que se presentó principalmente en el Siglo XVIII; aún después de las recordadas condenas pontificias (en el Siglo XVIII y XIX, la iglesia católica excomulgó en varias oportunidades a la masonería). En Colombia hubo clérigos en las logias, principalmente a comienzos del Siglo XIX; Carnicelli nos presenta los nombres de un buen número de ellos en su obra: “La Masonería en la Independencia de América “.

Conceptualmente debe diferenciarse Religión de Religiosidad, con el segundo concepto he caracterizado un conjunto de creencias que han tenido acogida por parte de la masoneria colombiana, sin que ello implique a la totalidad de la masonería; ni se asume que hacen parte del conjunto de valores que animan a la masonería simbólica; vale aclarar que corresponden a tendencias que se asumen como de responsabilidad individual; tales expresiones se han presentado en parte gracias a la tolerancia que existe en las logias en cuanto a religión y creencias en general. Tales tendencias en las que coinciden muchos masones, son consideradas aquí como expresión de Religiosidad, entre las mismas podemos contar al Espiritismo, al Rosacrucismo, a La Teosofía, etc. Es pertinente afirmar que en la masonería colombiana y universal se presentan dos tendencias evidentes: una Esotérica[19] y la otra Racionalista, las que no son del todo excluyentes la una con la otra, muchos masones que se asumen racionalistas mantienen una actitud abierta a toda posibilidad del saber, llegando a acercarse a tendencias esotéricas por pura curiosidad cognoscitiva; otros masones sin embargo, presentan un perfil netamente místico y espiritualista. El aspecto esotérico es en buena parte herencia del Escocismo y en parte existe desde la masonería operativa, ya que el hecho mismo de la iniciación lleva implícito una significación esotérica.

La Religiosidad masónica también se puede asumir conceptualmente, bajo la explicación de Elizabeth Nottigham, quien la pone en relación con lo sagrado; expone que el signo de lo sagrado no lo dan las cosas en sí mismas, sino la naturaleza de las actitudes y los sentimientos que la refuerzan. El carácter de lo sagrado consiste, en actitudes mentales sostenidas emocionalmente; es decir, lo sagrado se entiende mejor, como aquello que por la actitud de respeto en que se le tiene, se diferencia de «1os intereses utilitarios» de la vida cotidiana, y hace parte de la percepción psíquica del sujeto. Aclara Nottingham, que en contraposición de lo sagrado está lo profano de lo cual debe protegerse lo sagrado, ya que puede dañar y contaminar[20] . En el presente ensayo el concepto de religiosidad es propuesto, no desde la perspectiva de un credo, sino de una actitud ante lo que se considera sagrado, misterioso, la inclinación por lo secreto, por los temas del más allá. El conocido historiador de las religiones Mircea.eliadeMircea Eliade nos dice que «el hombre moderno» con respecto a las sociedades tradicionales, está en la voluntad de considerarse un ser únicamente histórico, lo cual expresa en su deseo de vivir en un cosmos «desacralizado», el problema radica – dice Eliade- en saber en qué medida ha logrado el hombre moderno realizar este ideal[21] .

Es de recordar que la masonería ha sido desde el comienzo una asociación iniciática, tales ritos vienen desde la Edad Media y ha sufrido transformaciones con el tiempo y los lugares, pero la esencia de su significación se ha mantenido; la iniciación comprende el juramento de guardar los secretos que se le confíen al iniciado -que en la Edad Media, hacían referencia al saber arquitectónico- y de prestar la solidaridad solicitada a sus hermanos.

La mayor parte de las pruebas iniciáticas implican, de manera más o menos transparente, una muerte ritual a lo que seguirá una resurrección o nuevo nacimiento, pero el que vuelve a la vida es un hombre nuevo, asumiendo un modo de ser distinto. La muerte iniciática significa al mismo tiempo fin de la infancia, de la ignorancia y de la condición profana.[22]

En la iniciación masónica, se pretende que el aprendiz asuma una nueva vida, que se presume autentica en tanto se halla abierta a los valores del espíritu. Eliade ha calificado la iniciación como una «experiencia existencial constitutiva de la condición humana», lo cual explica su perdurabilidad y constancia universal; quiere decir con esto que, los cambios que se pueden presentar en los individuos -en cuanto a su actuación- obedecen a motivaciones de orden psíquico, inherentes a todos los seres humanos.

Los expertos en el tema de la masonería ubican la introducción de los ritos iniciáticos de los tres primeros grados en la Edad Media, es decir, en la masonería operativa; los ritos correspondientes a los grados por encima del tercero, fueron innovación fundamentalmente del Siglo XVIII. En el Siglo XVI era ya común en Europa la tendencia a agruparse en sociedades secretas más o menos iniciáticas, alcanzando su punto culmen en el XVIII [23] .

Si tomamos lo propuesto conceptualmente por Iniciación y Religiosidad tenemos que, se entra a participar en unos «saberes» que son exclusividad de unos pocos; todo lo que no corresponde a los miembros de la hennandad, es profano, lo que les compete es sagrado. Aquí se cumple lo propuesto por Nottingham, es decir, se asume por parte del iniciado hacia la hermandad una actitud de respeto, que no se tiene con todo lo demás.

 Simbolismo y escocismo

Estos dos términos son comunes en el lenguaje masónico; veamos sus connotaciones básicas: El Simbolismo se creó institucionalmente con el surgimiento de la Gran Logia de Londres en 1717, el término hace referencia a que se asumió a partir de ese momento, el conjunto de representaciones que mantenían los masones operativos, pero de un modo alegórico; asi por ejemplo la escuadra representa la sabiduría, la facultad del juicio; se habla del iniciado como la «piedra bruta a perfeccionar» y así sucesivamente, todas las figuras que aparecen como emblemas de la masonería tienen una significación de tipo moral y ético.

Igualmente se debe entender por Simbolismo o logias simbólicas a las que practican exclusivamente los grados de aprendiz, compañero y maestro; en nuestro país todas las logias son simbólicas, pero existe una gran influencia del Escocismo.

JosephGabriel Findel
JosephGabriel Findel

Con el término Escocismo se hace referencia a los altos grados, los que van del 4 al33 y que corresponden al Rito Escocés Antiguoy Aceptado; los altos grados surgieron fundamentalmente en Francia durante el Siglo XVIII; los especialistas citan varias fechas que oscilan entre los años 1735 y 1750. Findel nos dice que el primero que elaboró una serie de altos grados fue un tal M.A. Ramsay, un abogado de origen escocés, que vivió la mayor parte de su vida en Francia; agrega que: “…resulta claramente que Ramsay no había tenido otro objeto que el de obtener que hubiese más circunspección en la recepción de hermanos; y el de recoger fondos…”[24] Desde la época en que surgió el Escocismo, se planteó una reivindicación por parte de la Gran Logia de Londres, donde se dice que el grado mayor, reconocido por el Simbolismo es el de maestro masón (tercer grado )y que los nuevos grados no son reconocidos en las logias simbólicas. La declaración fue hecha igualmente por la Logia Inglesa de Francia (logia de Francia creada por la G.L. de Londres)[25].

Sobre los altos grados, nos dice Mellor que se presentaron en Alemania por la misma época que en Francia y que de modo rápido se extendieron por todo el mundo. En un proceso bastante complejo que originó el surgimiento de otros ritos y tendencias que se fueron apartando de los preceptos «ortodoxos» de la masonería inglesa.

El escocismo se estableció y logró proyectarse en toda la masonería por una sencilla razón, y es que quienes integran las cámaras de los altos grados; es decir, quienes reciben grados por arriba del tercero, no son otros que los mismos masones que integran las logias simbólicas; así las cosas, en todos los tiempos y lugares se logran acuerdos, autorizaciones, etc., que avalan el Escocismo.

Varios autores, hacen referencia al origen de los altos grados, informan que en 1758 se fundó en París una organización masónica con el nombre de Consejo de Emperadores de Oriente y Occidente – es la masonería creada por un tal Meyer, a la que luego se denominó Escocismo- compuesta por 25 grados y se le llamó originalmente Rito de perfección, tal masonería delegó a uno de sus miembros para que fundara logias en Santo Domingo en el año 1763; de allí el Rito de Peifección pasó a Kingston, Jamaica, en el año 1769 (donde ya existían logias fundadas por la Gran Logia Unida de Inglaterra -Londres). Por los mismos años el rito llegó a Charleston, Carolina del Sur, donde en el año 1797 se le agregaron 8 grados.

Para lo cual se argumentó la existencia de unas constítuciones secretas provenientes de Europa. Es así como se asumió el nombre de Rito Escocés Antiguo y Aceptado con 33 grados. En Charleston se estableció el primer Supremo Consejo del grado 33 [26]  , del que se tenga noticia en el mundo[27].

El Escocismo se gobierna o tiene su máxima autoridad en los supremos consejos de grado 33 y en cada país puede haber uno o dos supremos consejos, los cuales son independientes. No existe un organismo supranacional que gobierne todos los supremos consejos, existe eso sí, una adhesión desde 1875 a una declaración solemne y colectiva, celebrada en Lausana (Suiza). Es la carta del Escocismo mundial [28].

La masonería en Colombia siempre ha tenido una profunda relación con el Escocismo, que deviene de su expansión a fines del XVIII y comienzos del XIX; tanto el simbolismo como el escocismo llegaron a Centro América y a Colombia por la misma época y la mayoría de las veces por un mismo conducto.  La primera logia fundada en territorio colombiano fue «Las Tres Virtudes Teologales» creada en Cartagena en el año 1809, de la que Carnicel1i presenta algunos documentos que corroboran su afirmación, además comenta de la pertenencia a la misma de algunos religiosos, lo cual fue común en la época. La logia fue fundada con carta patente (documento que autoriza la fundación de una logia) expedida por la Gran Logia Provincial de Jamaica, dependiente de la Gran Logia Unida de Inglaterra.[29].

Una segunda logia fue fundada en Bogotá en 1820, «Libertad de Colombia», luego en 1821 cambió su nombre por «Fraternidad Bogotana», tal logia también fue patentada por la Gran Logia Provincial de Jamaica. En lo expuesto por Carnicelli es claro que la iniciativa de crear la segunda logia surgió de los masones residentes en Santa Fe de Bogotá, quienes pidieron carta de fundación a la Gran Logia de Jamaica. A la misma pertenecieron el General Francisco de Paula Santander y numerosos miembros del Gobierno, entre 1821 y 1828 [30].

El vinculo escocista de estas primeras logias es evidente, ya que los masones que las crearon poseian grados altos, veamos parte de la lista de masones que fundaron la «Libertad de Colombia» y sus respectivos grados en esa fecha:

General Francisco de P. Santander                           Grado 18

Funcionario de Gobierno: José Ignacio Parra        Grado 18

Coronel Domingo Caicedo                                          Grado 18

Comerciante Pedro Lamoitie (Francés)                  Grado 33

Otros tres aparecen con Grado tercero[31]

El vínculo escocista también es demostrado por la creación en 1825 en Bogotá, de un Capítulo Rosacruz[32] , el cual fue autorizado por el Supremo Consejo del Grado 33 de Caracas, que para la fecha era la máxima autoridad de la masonería en el territorio de la Gran Colombia.[33]

A lo largo del siglo pasado las logias simbólicas de Colombia estuvieron bajo el gobierno de supremos consejos, razón de más para afirmar que la masonería colombiana ha tenido raíces escocistas.

By Nectalyariza Ariza


[1] CARNICELLl, Américo. Ciudadano norteamericano radicado en Colombia, sus obras son producto de 30 años de investigación -según lo expresa en una de sus obras. Fue además un destacado miembro de la masonería bogotana.

[2] Se puede hablar de una orden en el sentido en que existe una Frac·masonería Universal; pero contrariamente a un error que suele plantearse, la masonería no conoce una unidad administrativa en el mundo, las grandes logias y supremos consejos mantienen total independencia y las relaciones existentes obedecen a acuerdos establecidos

[3] FERRER BENIMELI, J.A. Bolívar y la Masonería. En: Revista de Indias. Vol.XLIII. Jul.-Dic. 1973 No.172. p. 661. Benimeli, historiador español, especialista en el tema, es considerado el historiador mejor documentado sobre la masonería hispanoamericana.

[4] Ibid. p. 60

[5] La calificación de SOCIABILIDAD MODERNA es utilizada en principio por Francois X. Guerra y por Ferrer Benimeli, el primero en el artículo citado y el segundo en la obra Historia de la Masonería Española en el Siglo XVIII, tal calificación hace referencia a la irrupción del ideario Liberal,  donde se plantean conceptos como Libertad. Igualdad. Soberanía, Pueblo, Ciudadano, etc. La sociabilidad moderna igualmente se diferencia profundamente a formas tradicionales de asociación, como las cofradías religiosas que tenían funciones orientadas por la iglesia parroquial.

[6] Ibid. P. 34.

[7] MELLOR, Alec. Ob. Cit pp. 27-28. Ferrer Benimeli también cita a Ch. Bemardin, en La Masoneria Española en el Siglo XVIII y en Los Archivos Secretos Vaticanos  y la Masonería, haciendo referencia a los orígenes fabulosos y personajes que se han endilgado a la masoneria.

[8] MELLOR, Alec. Ob. Cit pp. 27-28. Ferrer Benimeli también cita a Ch. Bemardin, en La Masoneria Española en el Siglo XVIII yen Los Archivos Secretos Vaticanos y la Masonería, haciendo referencia a los orígenes fabulosos y personajes que se han endilgado a la masoneria.

[9] Se designa logia al sitio donde se reúnen los masones, igualmente se da tal nombre a la asamblea o reunión de masones; la palabra tiene su origen en la Edad Media y hace referencia a una pequeña casa donde los albañiles realizaban sus reuniones.

[10] Una vez la masonería se convirtió en Especulativa es decir, ya no fue exclusividad de los canteros sino que fue abierta a todo tipo de profesionales; se plantearon labrar la piedra bruta en cada iniciado, es decir, hacerlo ”moralmente perfecto”, lo cual hace parte del simbolismo masónico. También se consideró desde entonces y de modo alegórico que la catedral a construir es la humanidad, significando con esto el deseo filantrópico de la masonería de perfeccionar moralmente el mundo.

[11] Ibid. p. 23. Estos aspectos son explicados de modo amplio por los autores citados, en especial Benimeli y en el D.E. de la M. T. IV

[12] PERRER, Benimeli. Los Archivos Secretos Vaticanos y la Masonería. p. 33. Este historiador nos comenta que el proceso puede ser claramente observado en los archivos de la Gran Logia de Edimburgo, los cuales se conservan desde 1599.

[13] FINDEL. Diccionario Enciclopédico de la Masonería. T. IV. p. 36.

[14] El Rito Escocés Antiguo y Aceptado se originó en París en 1756, con el denominado Rito de Perfección, el cual contaba con 25 grados; una vez exportado a Charleston, EE UU, se aumentaron los grados hasta el 33; para 1801 se creo un Supremo Consejo de grado 33. Es desde entonces que se habla del REAA y de sus 33 grados. Al respecto se puede consultar el D.E.D.M, Tomo III, p. 1542.

[15] FERRER B. Los Archivos Secretos y la Masonería. P. 26. En relación con la protección ejercida por la Iglesia y los Estados en la Edad  Media ala masoneria, también puede consultarse del mismo autor en “La Masonería Española en el Siglo XVIII“; también a Findel en el D.E. de la Masoneria.

[16] MELLOR, Alec. Ob. Cit. Pp. 151-200. Se suprimió la pauta deísta y la creencia en una vida después de lá muerte; con tal actitud El Gran Oriente Francés (congregación de varias Grandes Logias) se convirtió en una masoneria atípica, irregular, en relación con la masonería universal. En el G.O.F. no se exige al ingresado ser ateo, ni ser creyente, sencillamente en el Oriente Francés se hace tábula rasa de la fe del candidato. El G.O.F.  ha sido desde su fundación en 1773 la obediencia más poderosa de Francia, para 1995 agrupaba a 865 logias que sumaban 39.000 masones. La otra Gran Obediencia francesa es la Gran Logia de Francia, fundada en 1894, le siguen la Gran Logia Nacional Francesa; El Derecho Humano, fundada en 1893, logia mixta, es decir se aceptan mujeres y hombres; existe igualmente una Gran Logia Femenina, en la que sólo se admiten mujeres, fue fundada en 1945. La participación de las mujeres en las logias es prohibida por los principios universales de la masonería los Land Marks, donde igualmente figuran la exigencia de creer en Dios y en una vida después de la muerte. (Los datos sobre la masonería actual francesa han sido tomados de L’Express, Septiembre 28 de 1995. p. 10-16).

[17] Ibid. p. 188

[18] Su nombre se debe a uno de sus redactores. La Constitución de 1723 fue creada por orientación de la recién fundada Gran Logia de Londres, en ella se hizo prohibición de discusiones religiosas y políticas al interior de las logias. Su espiritu es absolutamente tolerante, lo que obedeció al clima de la época, signada por guerras religiosas; la masonería procuró ponerse por encima de las diferencias. En la constitución la pauta deísta es planteada así: “El masón está obligado por vocación a practicar la moral y si comprende sus deberes nunca se convertirá en un estúpido ateo ni en un hombre inmoral… hoy se ha creído que es más oportuno no imponerles otra religión que aquella en que todos los hombres están de acuerdo y dejarles completa libertad respecto de sus opiniones personales… ” (Tomado de Findel en Historia de la Masonería. T. IV, DEM, p. 59.).

[19] Lo esotérico hace referencia a lo oculto, a lo reservado a unos pocos; la iniciación masónica comprende un aspecto esotérico en tanto es de carácter secreta y exclusiva de unos pocos individuos. Los grados de la masonería contienen igualmente esoterismo ya que sus signos, palabras y la ceremonia misma no es conocida por los que tienen grados inferiores. En el anterior sentido toda masonería es esotérica. La tendencia a la que hago referencia y que es que es algún modo opuesta al Racionalismo es la que se relaciona con todo aquello que se aleja de la comprobación empírica y que se sobrepone a lo  estrictamente racional, por ejemplo, el espiritismo, etc.

[20] NOTTINGHAM, Elizabeth. Sociología de la Religión. Buenos Aires: Paidós, 1964. p. 11-24.

[21] ELlADE, Mircea. Iniciaciones Místicas. Madrid: Taurus, 1975. p. 9.

[22] Ibid. p. 12.

[23] Ibid. p. 218.

[24] FINDEL Hístoria General de la Frac-Masonería. T. 4. D.E.M. p. 84. Al hecho se refiere ampliamente Alec Mellor en su obra “La Masonería“; igualmente lo hace Benimeli en varias de sus obras.

[25] FINDEL. Ob. Cit. p. 82.

[26] Un Supremo Consejo del Grado 33, es una asamblea de 33 (treinta y tres) masones con grado 33, para el siglo pasado tales Supremos Consejos gobernaron buena parte de las logias simbólicas de América.

[27] CARNlCELLL La Masonería en la Independencia de América. T.II, p. 40-42. También se refiere al  tema Mellor, en “La Masonería”.

[28] Al respecto se puede consultar a Frau Abrines y Lorenzo Arderiu en el Diccionario Enciclopédico de la Masonería, T.V. , donde aparecen las declaraciones de tal asamblea y otras posteriores. Igualmente se refiere en extenso Ale Mellor, en “La Masonería”.

[29] CARNICELLI  La Masonería en la Independencia de América. T.I p. 83.

[30] Ibid. T. I. p. 197-198.

[31] Ibid. T.I. p. 196.

[32] Se denomina capitulo Rosa Cruz a una cámara o asamblea de masones de Grado 18 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, es un grado relacionado con la leyenda de los Rosa Cruces y tiene como emblema una rosa y una cruz o un pelícano alimentando a sus polluelos. También presenta relación con el cristianismo y con la leyenda de Hiram, personaje mítico al que se le atribuye la construcción del templo de Salomón. Al respecto ver T. 5, D.E. de la Masonería de Frau Abrines, también el texto de Serge Hutin: Las Sociedades Secretas.

[33] CARNICELLI. Ob. Cit. T. I. p. 36.

 

SOURCE:  Anuario de Historia Regional y de las Fronteras -  Universidad Industrial de Santander, Santander , Colombia, Faculty Member.

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